Cory aún no caminaba cuando sostenido por una mesa baja, bailaba al ritmo de la música frente a un TV en casa de su abuela. Era tan graciosa la imagen que su padre decidió registrar el momento. Un video más en la vida de una familia, excepto por la idea de compartirlo. Motivado por la tecnología, Chester, el papá de Cory subió el video de no más de 2 minutos de la vida de su hijo a YouTube y por esas cosas de las redes sociales hoy cuenta con más de 200.000 repeticiones y otras tantas de las copias que bajo diferentes nombres y usuarios se han subido a la red. Además hubo una gran cobertura del hecho por muchos de los medios digitales como The Huffington Post ó The Guardian entre otros.
Con los hechos acontecidos, había que seguir por más, y así nacen el sitio web, el blog de novedades, el pedido de donaciones para la solventar la Universidad del niño, la cuenta en Facebook, la cuenta en Tweeter y por qué no, la venta de merchandising!